Dulces de Cuchara: Un Gesto Histórico de la Hospitalidad Griega

Cuchara de dulce de membrillo. Crédito: Chef de Gurman / Wikimedia Commons / CC BY-SA 4.0

La deliciosa tradición en Grecia de ofrecer «dulces de cuchara» a los visitantes se remonta al siglo XIV, cuando los bizantinos adoptaron la costumbre de los comerciantes árabes. Era una tradición tan antigua en el mundo árabe servir los dulces a los invitados como un gesto de hospitalidad.

Los dulces de cuchara son exactamente lo que parecen: solo una cucharada de dulces. Esta tradición sigue viva hoy en día en Grecia y Chipre. Cuando alguien pasa por tu casa, le ofreces una bebida y una “cuchara dulce”, que es una cucharada de conservas hechas con frutas nutritivas, servidas en una cuchara.

Hoy en día, los dulces se sirven comúnmente con una taza de café griego o un vaso de agua fría, y los ingredientes son muy parecidos a los de hace cientos de años. Los deliciosos postres se elaboran con fruta entera, trozos de fruta, frutos secos, purés e incluso resina de árbol.

Dulces de Cuchara
Dulces de cuchara hechos con guindas. Crédito: / Wikimedia Commons 

Algunos dulces afrutados favoritos están hechos de cidra, higos, naranjas y otras frutas. Te encontrarás con diferentes variaciones de la delicia mientras viajas por toda Grecia y no es raro que te ofrezcan una mientras visitas un café, especialmente en los pueblos.


«Ypovrichio:» El dulce de cuchara griego único

Sin embargo, uno de los dulces de cuchara favoritos y más icónicos que disfrutan los griegos, tanto jóvenes como mayores, proviene de la isla de Quíos y está hecho de resina de árbol. Los griegos lo llaman «ypovrichio», literalmente «submarino» en griego, porque se come sumergido bajo el agua, en un vaso.

Ypovrichio viene en diferentes sabores, como vainilla o masilla, ya que está hecho de resina de árbol de masilla, por lo que la isla de Chios es famosa.

¿Y cómo se come este fondant azucarado? Ypovrichio se sirve simplemente en una cucharadita que se sumerge en un vaso de agua helada. Una vez que su cuchara se sumerge en el agua, la resina comienza a ablandarse.

Gradualmente se vuelve como un fondant suave que se come al lamer la cuchara… como una paleta. Dulces tradiciones como estas son solo otra de las muchas cosas que hacen que Grecia sea única.